Incomunicación
Fue un gran hito cuando Telefónica consiguió la primera llamada telefónica entre España y América. En 1928 el rey Alfonso XIII llamaba al presidente de Estados Unidos Calvin Coolidge.
Hoy vivimos en un mundo globalizado e interconectado donde una comunicación entre un punto determinado del planeta y su antípoda no sorprende gracias a los avances tecnológicos en materia de Telecomunicaciones.
Hoy los llamados teléfonos inteligentes (smartphones) se mueven entre ondas electromagnéticas y la gran nube de internet. Si lo piensas es sorprendente todo lo que nos ofrecen estos dispositivos, ya más potentes que el ordenador que facilitó la llegada a la Luna del ser humano.
Sin embargo si no se usa bien todo puede acabar siendo algo malo o muy malo. Debido a todo lo que nos ofrecen, los móviles actuales han llegado a convertirse en algo imprescindible dando más importancia a las comunicaciones a través de ellos que a las comunicaciones a viva voz sin elementos intermediarios. Lo cual no siempre es bueno, pues nos alejamos de las personas más cercanas, descuidamos la interacción persona a persona. Interactuar online es atractivo cuando las personas están lejos, pero la interacción con el mundo físico es emocionante. Tal vez el mundo virtual es más adictivo que emocionante el mundo físico.
El smartphone nos da acceso a tantas cosas que entraña peligros para los más pequeños y es arriesgado permitir a los niños el acceso descontrolado del móvil. Eduquemos a los niños también en el mundo virtual pues a un solo click atisban pornografía, juegos de azar, malware, phising…